Javier Romero/ La Voz, 28 de marzo de 2016. Foto Carmela Queijeiro
Andrea Vázquez (Boiro, 1999) se presenta tímida, con voz suave. Nada que ver con la fuerza y el talento que posee para enterrar el remo en el agua y propulsar su piragua. Un ejemplo de ese potencial son las dos medallas que acaba de ganar en el campeonato de España disputado en Sevilla recientemente. Primero se colgó una presea de plata, y luego otra de bronce. Y todo ello con 16 años. El caso es que esta boirense, a la que un día, en su colegio de Escarabote, le entró por los ojos el remo, hoy puede presumir de avanzar con pasos de gigante hacia la profesionalización del mismo. Eso sí, a la vez que cursa la licenciatura de biología, que «sí o sí» es la que desea estudiar en el futuro.
Hace medio año que vive en la ciudad de Sevilla. La federación española la seleccionó, junto a otras promesas, para formar un equipo de futuro. «Fue una decisión muy difícil, ya que vivir en Sevilla no me permite regresar todos los fines de semana a casa. Mis padres me dejaron libertad para tomar la decisión, y al final acepté. Me costó mucho pero ahora que llevo un tiempo allí no me arrepiento», explicaba ayer Andrea mientras disfrutaba de sus últimas horas de las vacaciones de Semana Santa en su localidad natal antes de regresar a la capital hispalense. Eso sí, durante su estancia en Boiro tuvo que regresar a la ría que la vio nacer como deportista, Arousa, para no perder el ritmo de entrenamiento adquirido en el centro de alta tecnificación sevillano.
El presente año se presenta cargado de propósitos deportivos para Andrea Vázquez. Hace cuatro años empezó, durante el verano, en el Club Rías Baixas. Ahora, que han pasado cuatro años, esta joven boirense tiene como objetivo más próximo estar en campeonato de Europa júnior que se disputará en Bielorrusia en mayo para medirse en las pruebas de 200 metros y C2. Una vez allí, el nuevo reto será lograr la marca necesaria para estar en el mundial júnior. «Son los objetivos y espero alcanzarlos. La verdad es que en Sevilla tenemos un nivel de entrenamiento muy alto y estoy mejorando, así que cuando llegue el europeo y el mundial espero estar a la altura».
A la hora de hablar de otros retos futuros, como unos juegos olímpicos, Andrea se muestra prudente, evidencia madurez y concluye el tema asegurando que la casa nunca se empieza por el tejado. El campeonato de Europa júnior y el mundial del 2016 son sus próximos objetivos.