La Voz 08/05/2020 (Moncho Ares)
En tiempos nefastos para la economía, por la destrucción de empresas y puestos de trabajo, el comienzo de una nueva actividad es una bocanada de aire fresco, y también un riesgo para quién la protagoniza. Ayer, en Cabo de Cruz, se puso en marcha la marina seca del Náutico de Boiro a través de una operación consistente en sacar del mar un barco de 13 metros de eslora y 12 toneladas de peso con un sublift, que, sin serlo, podría considerarse una grúa que se adentra en el agua, por la rampa de la instalación deportiva, recoge las embarcaciones en el mar y las lleva a la explanada, donde son asentadas sobre una cuna para realizarle las labores de mantenimiento y reparación precisas.
Todo transcurrió sin dificultades. En 10 minutos el barco estaba en la marina seca y el aparato, fabricado por una firma gallega por encargo de la empresa que gestiona la marina seca, Nética, cumplía su cometido. El sistema se gestiona con mando a distancia y tiene la particularidad de que sus motores son exteriores, que lo diferencia de los sublift que se fabrican en Holanda, Suecia o Inglaterra.
De esta forma, el Náutico de Boiro da utilidad a los 4.000 metros cuadrados del relleno que Portos oficializó a finales del 2015 y que la entidad estaba obligada a dotar de servicios náuticos. en lugar de aparcamiento, como venía sucediendo.
El sublift tiene capacidad para sacar del mar barcos de hasta 20 metros de eslora y 30 toneladas de peso. Dará servicio a embarcaciones deportivas y profesionales de cualquier puerto. En este sentido, el Náutico ha abierto una lista de reservas para la subida de barcos. En cuanto a la marina seca, también incorporará servicio de hibernación.